Es un valor numérico que define el color de una fuente de luz en Kelvin (K), la correlación está dada por el color que adquiere un cuerpo negro ideal a una temperatura dada, emitiendo una longitud de onda visible dentro de un rango determinado, así, un cuerpo negro emite una longitud de onda cercana a los 300 K, si este se le calienta, comenzará a emitir longitudes de onda cada vez más corta, pasando por los infrarrojos, para luego emitir longitudes de onda visible dentro del rojo, naranja, amarillo, hasta alcanzar el blanco cuando su temperatura llega a unos 5500 a 6000 °K, así, el blanco tiene una temperatura de color del orden de los 5500 K, luego, si sigue aumentando la temperatura, el objeto emitirá ondas cortas que van desde el celeste, pasando por el azul para llegar a las ondas ultravioleta.
Su aplicación en fotografía está ligada al Balance de Blancos, que busca compensar la temperatura de la fuente de luz de manera que la incidencia de esta sobre los sujetos se anule, dando como resultado una imagen iluminada, en teoría, con luz blanca, para ello, las cámaras digitales utilizan filtros de color electrónicos que compensan el color de la luz. En fotografía análoga el filtro es físico y debe ser instalado por el fotógrafo o bien utilizar películas fabricadas para una temperatura de color predeterminada.
Las temperaturas de color más frecuentes, dependiendo de la fuente de luz, son:
