Apertura

En estricto rigor, en óptica, la Apertura es un agujero o perforación que permite el paso de luz. En Fotografía, cuando hablamos de Apertura nos referimos al diafragma, en específico, a la abertura del diafragma situado en el interior del Objetivo de la cámara. La apertura del diafragma en combinación con la velocidad de obturación (tiempo de exposición) y la sensibilidad de la película o de seteo del sensor,  controlan la cantidad de luz que alcanza al sensor de imagen. La abertura puede establecerla la cámara a través de las mediciones que esta realiza en el Modo Automático o en Modo P o puede controlarla el fotógrafo mediante el Modo Manual (M) o el de Modo Prioridad Apertura (AE).

La relación entre el diámetro de Apertura del Diafragma y la Longitud Focal define el número f o Relación Focal (ver “f ”), cuyos valores se encuentran estandarizados y definen la luminosidad de un objetivo. La especificación de apertura de un objetivo se expresa de forma indirecta a través de este número f.

En los objetivos actuales, la regulación de apertura del diafragma se realiza desde la cámara, en forma manual o automática, sin embargo, aún se encuentran en el mercado objetivos que poseen anillo de regulación de la apertura que permiten regularla a través del objetivo.

La posibilidad de manejar la apertura de un objetivo, no sólo redunda en la cantidad de luz que llega al sensor, con lo que se pueden variar los parámetros de velocidad y sensibilidad, también redunda en el control de la Profundidad de Campo, a mayor apertura se consigue una menor profundidad de campo y nitidez, lo que permite realizar enfoques muy selectivos, por su parte, un diafragma muy cerrado da como resultado mayor profundidad de campo y nitidez en la imagen captada por el sensor. Esta cualidad le permite al fotógrafo tener un control compositivo de las imágenes que desea plasmar destacando un sujeto en su entorno, dejando a foco primeros planos y fondo.