La Gestión del Color consiste en el tratamiento del color en distintos dispositivos de forma que la reproducción o registro se lleven de manera coherente, el flujo, normalmente, parte desde el registro de una imagen, por ejemplo, en una cámara fotográfica, y concluye con una copia impresa de la misma, el proceso conlleva la toma de la imagen, luego está el procesado mediante algún software de edición, la reproducción en pantalla y la impresión o reproducción en algún medio digital, en cada uno de los pasos se utilizan dispositivos distintos, la cámara, el computador, la pantalla, impresora, plataforma, etc., y cada uno interpreta el color de manera distinta, es por esto, que para lograr que el resultado final se ajuste a lo que inicialmente vimos con nuestros ojos, es que debe haber un tratamiento coherente del color, es aquí donde entran en juego los conocimientos asociados al Espacio y Perfil de Color.
Para lograr un buen resultado, se deben establecer espacios de color amplios que ofrezcan el mínimo de perdida de información del color registrado, contar con perfiles de color incrustados en los archivos que permitan traducir la información entre dispositivos y simular el resultado antes de avanzar en el proceso, para ello, los softwares de edición fotográfica permiten pre-visualizar el efecto del cambio de espacios de color, y por tanto, ajustarlos de manera que las pérdidas o distorsiones sean las mínimas.
En definitiva, la Gestión del Color no es una técnica, sino que el uso de las herramientas y conocimientos para que el resultado final se ajuste al fin principal, que es reproducir una imagen de manera íntegra.