Estabilidad

Cuando hablamos de estabilidad en fotografía, nos referimos a que debemos tomar las precauciones necesarias para que las fotografías no estén trepidadas (movidas), para ello existen técnicas, recomendaciones y accesorios que permiten al fotógrafo realizar tomas en condiciones que permitan asegurar la estabilidad de las imágenes.

La estabilidad de una imagen depende de una serie de factores, la focal, el tamaño del sujeto, la distancia al sujeto, el clima, la velocidad de obturación y los accesorios, cada uno de estos factores deberán ser tomados en consideración y controlados por el fotógrafo de manera que tome las precauciones necesarias para dar máxima estabilidad a la cámara al momento de realizar la toma.

La mejor alternativa, siempre será el uso de un buen trípode, robusto y bien lastrado si las condiciones así lo ameritan y junto con él, una rótula de calidad, cuya capacidad permita soportar el peso del conjunto cámara-lente, los que proporcionarán la estabilidad suficiente para realizar, en general, cualquier tipo de toma, si a esto le incorporamos un cable disparador o disparador remoto y, una vez realizado el encuadre, dejamos el espejo levantado, no habrá ningún factor que pueda producir la trepidación de la cámara, salvo en condiciones de viento u oleaje extremo (en el caso de estar en el agua). A falta de un trípode, en muchos casos será posible utilizar un elemento de estabilización, tales como bolsas con arena o legumbres, cojines, un bolso o una chaqueta.

Para los casos en que sólo está la alternativa de tomar las fotografías con cámara en mano, se debe partir con una postura adecuada, esto es, apoyando el codo de izquierdo en el abdomen y comando el lente con la misma mano en el centro de gravedad del equipo, siempre es una buena opción apoyar la espalda en una pared o árbol, adicionalmente, se debe considerar la focal a utilizar, entre más corta, será más fácil mantener estable el encuadre, en cambio, con focales largas, cualquier movimiento, por muy pequeño que sea, implicará que el encuadre se modifique o simplemente se cambien por completo, por lo tanto, para focales largas siempre se recomienda utilizar velocidades de obturación mayores, en el caso de focales cortas hasta con 1/60 s pueden ser tomadas fotografías sin trepidación evidente, en cambio, en focales sobre los 180 mm se requieren velocidades por debajo de 1/200 s, una buena opción es utilizar 1/F donde F es la longitud focal del lente, para lograr la velocidad adecuada en muchos casos será necesario aumentar el ISO a niveles que permitan una toma segura.

Otro elemento que permite mejorar la estabilidad de la toma es el uso de objetivos estabilizados, también existen en el mercado, cámaras con sistemas de estabilización, el uso de objetivos estabilizados necesariamente implica un detrimento en la calidad de la imagen, ya que estos objetivos requieren de lentes internos (elementos) adicionales en posiciones móviles que siempre introducirán algo de aberración o pérdida de nitidez, así que lo recomendable es, salvo en casos que no se pueda, estabilizar la cámara sin el uso de estos sistemas.